sábado, 14 de agosto de 2010

Vivarium (1), de Luis Di Carlo

La amenaza sobre nosotros

Azucena Ester Joffe y María de los Ángeles Sanz


En un espacio oscuro que luego develará un trastero o un galpón abandonado, tres personajes se guardan de algo indefinible que los aterra y de lo que intentan huir. En el afuera, una extraña mutación produce en los seres humanos cambios físicos y en el lenguaje que vuelve incompresibles sus palabras. El absurdo trabajó siempre con la premisa que los hombres no logran comunicarse en profundidad a través de sus diálogos cotidianos, porque la automatización convierte al lenguaje en un sistema vacío de significación, y a los seres que lo utilizan en criaturas vacías de sentido. La novedad es que a diferencia de los personajes de El Rinoceronte de Ionesco, los sujetos de Vivarium finalmente deciden no resistirse a los cambios, ya que de hecho uno de ellos empieza a sufrir la transformación verbal, y el bebé que espera otro de los personajes ya es uno de ellos, y salir a enfrentar el mundo tal como está. Sin las certezas de la modernidad, que llevaban al sujeto a convertirse en el baluarte de los valores humanos, el absurdo de este siglo, relativiza el concepto de “lo humano” y duda si aquello que parece extraño y peligroso, no es en definitiva tan humano y real como lo anterior. De la misma manera que en la película Soy leyenda, el último ser incontaminado, que no se ha convertido en vampiro, se pregunta si realmente el distinto, el otro, el peligroso no será él, ya que todos los demás conforman una nueva realidad. La naturaleza que se revela, las diferentes epidemias y pandemias que atraviesan el planeta, son el nuevo capítulo de terror que los hombres deben afrontar. Las actuaciones dan en el tono exacto para la diversidad de las situaciones de cada uno de los personajes, una mujer a punto de dar a luz, una esposa que ha perdido contacto con su marido, pero que cree que la está esperando afuera, con el mismo amor de siempre aunque su aspecto sea otro y no comprenda lo que quiere decirle y un hombre que se niega a aceptar los cambios que se producen, rígido en sus conceptos, que busca salvarse y salvar a los otros pero sin medir tiempos ni necesidades entre las cuatro paredes de un refugio-cárcel. Las lecturas que pueden hacerse de la propuesta quedan libradas al espectador, que sólo puede ver un juego cercano a la ciencia ficción, o entender la situación y los diálogos como una alegoría del devenir de un mundo donde los tiempos parecen acelerarse sin darnos la oportunidad de comprender el destino que se cierne sobre nosotros. Un destino que se filtra por los intersticios, sin violencia, en ese devenir incierto. La importancia de la extraescena y el dispositivo sonoro de ese espacio “invisible” remarcan el espacio ficcional reducido, pequeño e incómodo. El afuera, los otros, “ellos”, el espectador no alcanza a organizar el motivo de tal temor, y esta falta es lo que genera sentido y tensión. ¿Quiénes son los extraños? ¿Qué produce esa mutación? El acierto del hecho espectáculo –con economía de recursos y el tiempo escénico en consonancia- es provocar que la expectativa espectatorial resulte agobiante. Como dice Patrice Pavis:
El suspense es una actitud psicológica producida por una estructura dramática muy tensa: la fábula y la acción están organizadas de modo que parezca que el personaje, objeto de nuestra inquietud, no puede escapar a su destino (1998: 432)
La puesta de Di Carlo acierta en la creación del agobio que produce lo desconocido, sin apelar a recursos extraordinarios, sino con el juego eficaz de la luz y la sombra. 



Ficha técnica: Vivarium escrito y dirigido por Luis Di Carlo. Elenco: Paola Peimer, Héctor Leza, Jenny Van Lerberghe. Asistente de dirección: Mauricio Heredia. Asistente de escenografía: Tomás Martín. Prensa: Castillo Arango. Teatro del Abasto.

Bibliografía
Pavis Patrice, 1998. Diccionario del Teatro, Paidós, Buenos Aires.

Notas
(1) El término "vivero" (del latín vivarium, plural vivaria) a que se refiere esta definición, corresponde a la segunda acepción del término en lengua española: "Lugar donde se mantienen o se crían dentro del agua peces, moluscos u otros animales" (Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. Madrid, Unigraf, 1993).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails