sábado, 14 de agosto de 2010

La Cantata de Pedro y la guerra (2009) de María Inés Falconi

Ese absurdo: la guerra

Por María de los Ángeles Sanz

La Cantata(1) es un género musical barroco de carácter altamente simbólico; que alterna estrofas cantadas con narración. Desde esta forma estética se desarrolla  la estructura de la pieza que se presentó en el espacio de la UPB, presentando de una manera productiva, una temática inusual en el teatro para niños. ¿Cómo explicarle al pequeño espectador el sinsentido del odio y el dolor de los inocentes? ¿Cómo explicarle como adultos que somos, que nuestras decisiones que tendrían que ser destinadas a su cuidado, son en su mayoría egoístas e indiferentes a su dolor, y a la claridad de su espíritu? María Inés Falconi, con un texto sencillo, cargado de fuerza y ternura, consigue a través de un grupo de actores que lo transitan con eficacia llegar a la sensibilidad del espectador. No es la primera vez que tanto la dramaturga como el director de la pieza han buscado llegar al público para niños con temas que los involucran no sólo desde la fantasía y la imaginación sino mediante la fuerza de los hechos, recordemos a Juan de la calle (2003), por ejemplo. La guerra en toda su dimensión histórica desde la pantalla de un televisor de pueblo, contrasta con su dimensión humana más íntima, en la historia que reúne en la pequeña sociedad en la que Pedro vive, a la escuela, a José y a él mismo, cuando el furor de las bombas atraviesa sus vidas. Los dos extremos de la vida, el del niño Pedro y el del viejo José, ayudante de la maestra, se reúnen en un destino común para sostenerse mutuamente a través de la palabra, y firman sin papel ni tinta un compromiso de amistad que hará que se esperen hasta estar seguros de la vida del otro.
En una escenografía donde prevalece el blanco, tonalidad que se expande en significados, y multiplica la semántica, aparece la construcción de un pequeño pueblo de montaña, en diminuta escala que será simbólicamente aplastado por la explosión. La música en escena, con un solo instrumento, la guitarra, es también una condición de la estructura musical elegida. Los actores salvo los que encarnan Pedro y José, llevan adelante más de un personaje con solvencia, manteniendo la tensión de lo narrado, y la emoción a nivel piel. El espectador es un niño, frente a un niño que ve con sus mismos ojos las acciones de los adultos, que como él interroga, a quienes cree que “deben” tener todas las respuestas, para finalmente sacar de su propia experiencia, como él mismo haría, una conclusión con las herramientas que pudo o pudimos facilitarle. De eso se trata, de provocar la reflexión y el pensamiento crítico, además de incentivar la fantasía y la imaginación, sin las cuales no puede haber una vida creativa, soñar y darse cuenta que los sueños son ideales y los hechos, aún aquellos en los que parece que no podemos intervenir, pueden tener desde nuestra posibilidad, y con nuestras fuerzas un sentido. 

Ficha técnica: Cantata de Pedro y la guerra de María Inés Falcón. Elenco: Julián Sierra, Claudio Provenzano, Marcelo Balaá, Cynthia Fridman, Ricardo Scalise (músico). Puesta en escena y dirección general: Carlos de Urquiza. Música original: Carlos Gianni. Corpografía: Mecha Fernández. Entrenamiento vocal: Martín Sacco.

(1) La cantata es una obra escrita para solistas, coro y órgano o conjunto orquestal. Esta forma vocal surge en el Barroco y, por tanto, consta de los elementos que definieron el lenguaje musical de es época: recitativos, arias, corales o elaborados contrapuntos. La cantata italiana se desarrolla a través de un número determinado de estrofas con melodías que varían en cada una de ellas.

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